En la cordillera del cantábrico se encuentra una de las joyas de España, la ciudad de Santander. Con sus increíbles paisajes e inigualable clima, que dista mucho de los climas extremos del resto de la península, verdaderamente un deleite para el viajero.
Te invitamos a una aventura que recorre lo mejor que nos ofrece la capital cantábrica en dos días. Por la mañana, pasea por El Sardinero y disfruta de las vistas. Camina por la 1ª y 2ª playa de El Sardinero y mójate los pies en el Cantábrico. Si continúas el paseo, llegarás a la Playa de El Camello, cuyo nombre se debe a la forma de una de sus rocas, ¡descubre cuál es!
Si sigues el camino llegarás a la Península de La Magdalena, un lugar lleno de historia y curiosidades. Te animamos a que subas hasta el Palacio y entres en su interior para conocer todos los detalles de la que fuera residencia de verano de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Al salir del parque, continúa el paseo y disfruta de las vistas que te ofrece la avenida Reina Victoria, desde allí podrás ver el Museo Marítimo de Cantabria, el cual te recomendamos visitar. Cuando salgas del museo, no olvides acercarte al Dique de Gamazo, más concretamente a la “Duna”, frente al Palacio de Festivales, donde el tiempo se detiene. Allí podrás disfrutar de unas vistas increíbles de la bahía de Santander, ¡te encantará!
Se acerca la hora de comer, si continúas por el Paseo Marítimo además de contemplar el paisaje, te acercarás a los restaurantes y bares típicos de Santander en donde podrás reponer fuerzas. Después de comer acércate a la Plaza Alfonso XIII, en donde están situados los históricos edificios de Correos y el Banco de España. Aprovecha también para dar un paseo por los jardines de Pereda y contemplar el Centro Botín. Justo enfrente de los Jardines de Pereda verás una plaza, se trata de la Plaza Velarde, más conocida como Plaza Porticada, lugar que acoge multitud de actividades. Si tienes oportunidad visita su Centro Arqueológico de la Muralla Medieval, pero no olvides antes visitar la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y su claustro. La última parada es la Plaza del Ayuntamiento. Si aún tienes algo de tiempo, te recomendamos callejear por las calles y conocer la esencia de la ciudad.
Comenzamos el segundo día donde lo dejamos: en la Plaza del Ayuntamiento. Justo detrás está ubicado el Mercado de La Esperanza, el más importante de la ciudad, un lugar ideal para conocer de cerca los productos locales. Nuestra siguiente parada es la Biblioteca de Menéndez Pelayo y la Casa-Museo de Menéndez Pelayo, situadas junto al Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, más conocido como MAS, Dejando atrás los museos, nos acercamos al Mercado del Este, cuyo interior acoge comercios, bares y exposiciones, así que si quieres hacer un descanso ¡este es tu lugar! Ahora te recomendamos que te dirijas a la calle Río de la Pila y subas al funicular, desde él podrás contemplar una panorámica de la ciudad que no te dejará indiferente. Ahora que ya has visto las mejores vistas de Santander, desciende de nuevo en el funicular y, a pocos minutos del Río de La Pila, encontrarás la Iglesia de Santa Lucía, ubicada junto la Plaza Cañadío, una de las zonas preferidas por los santanderinos para tomar algo cuando cae la noche. Pero no nos quedamos aquí, porque no te puedes ir de Santander sin conocer el Parque Atlántico de Las Llamas, el pulmón de la ciudad, pasear por el parque de Mataleñas o disfrutar de las vistas desde el Faro de Cabo Mayor.
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